HISTORIA DEL PAN


A lo largo de los siglos, el pan ha sido siempre un símbolo de vida y de subsistencia: es un producto universal que se elabora en prácticamente todas regiones del planeta.
La utilización alimentaria de los cereales por parte del hombre se remonta a la mas remota antigüedad, cuando estos productos de la tierra se consumían tanto crudos como tostados o cocidos en forma de gachas. (Acá en Málaga en algunos pueblos se elaboran estos platos a base de leche, harina y costrones de pan frito, y se puede acompañar con leche, azúcar y miel. Un plato que en aquellos entonces de la guerra civil española quitaba mucho la hambre, siempre y cuando la cartilla de racionamiento te permitía tener estos ingredientes)
La invención de la piedra de molturar, que hizo posible la obtención de las primeras harinas gruesas, supuso un paso importante en la evolución de las costumbres alimentrarias del hombre.
Las primeras referencias escritas sobre el pan datan de unos tres mil años antes de nuestra era, si bien el arte de la panificación es aun más antiguo. El pan de aquella época consistía en gruesas tortas de pasta cocidas entre dos capas de cenizas calientes.
Ni los científicos ni los arqueólogos han conseguido fijar la fecha en que se descubrió la levadura natural. Es probable que se tratara de una casualidad: una masa de harina y agua olvidada en un rincón caldeado y oscuro fermentó, aumento de tamaño y adquirió un gusto ácido. Al salir del horno se había convertido en un pan mas blando, ligero y apetecible que los demás.
Es bastante probable que fueran los egipcios quienes inventaran el autentico pan, es decir, el de masa fermentada naturalmente y cocida en un horno, y no sobre piedras calientes, y a partir de ellos, el pan sometido a fermentación se extendió rápidamente por todas las regiones de Oriente Próximo.
El pan ázimo o ácimo, no fermentado, se vinculo desde aquel entonces a la celebración de ceremonias religiosas.
Los griegos, que habían aprendido a elaborar pan en el curso de sus viajes, enseguida mejoraron las técnicas de la panificación y diversificaron los productos, llegando a elaborar hasta setenta y dos tipos de panes distintos, cuyos nombres hacían referencia a su forma, tipo de cereal empleado, ingredientes o procedimiento de cocción.
Fueron los romanos quienes empezaron a moler el cereal con piedras giratorias. Desde entonces empezaron a proliferar los hornos públicos y los panaderos llegaron a unirse en una primera forma de asociación, denominada en la época (corporación de pistori: panaderos).
En la edad media la panadería era ya una profesión. Fue en la época de Carlomagno, en el siglo VIII, cuando aparecieron los primeros edictos relativos a la reglamentación de los productos de panadería.
Se puede decir que ya en el siglo XVII se comía un pan parecido al pan actual, aunque tendrían que pasar aun dos siglos para que este producto adquiriera la forma y la textura que conocemos en nuestros días.
Dependiendo de los lugares geográficos y de las diversas civilizaciones, los ingredientes y los procedimientos de cocción presentan marcadas diferencias. Por ejemplo, existen panes de trigo, de centeno, de soja, de maíz, de molde, cocidos en horno, fritos en aceite o cocinados al vapor, tal como se hace, por ejemplo, en China.
En centroeuropa y en los países escandinavos, los panes se elaboran a base de centeno mezclado con trigo y son enriquecidos con amapola y comino. En la cuenca mediterránea, en cambio, los panes suelen ser de miga compacta y muy blanca, y a menudo perfumados al aceite de oliva. Por último, en el mundo anglosajón predomina el pan de molde, mientras que los americanos adoran los panes de maíz de característica coloración amarillenta. Sea cual sea la variedad, cada pais tiene su pan.

Ingredientes:

1 a 2 cucharaditas de levadura de panadería·
2 tazas de líquido (agua o leche, o ambos)·
1 a 3 cucharaditas de azúcar o miel·
2 cucharaditas de sal·
¼ taza de mantequilla o aceite·
6 a 8 tazas de harina integral de trigo

Preparación:

· Seguir las mismas indicaciones que para la masa de pizza. Dejar leudar la masa hasta que doble su tamaño, volver a amasar, darle forma o colocar la masa en el molde aceitado.· Formar pequeñas baguetes, bollos o en una sola pieza, tipo “pan de pueblo”.· Dejar leudar nuevamente y una vez leudado, llevarlo al horno hasta que esté dorado y cocido por dentro.· Luego, dejar enfriar antes de cortar.Las variaciones que se pueden lograr de este tipo de pan son innumerables también, se podrá enriquecer con aceitunas deshuesadas negras, (pane alle olive), incluir frutos secos, nueces, almendras, pipas, semillas de sésamo, cebolla, etc, etc.Lograr así nuestro pan personalizado nos dará gran satisfacción, además de proveer una fuente indiscutible de nutrientes e incluso proteínas, por ejemplo, soja y todas las bondades del grano completo.